La sensibilidad dental al frio, es una de las condiciones de queja más comunes entre los pacientes dentales, ya que es un problema muy generalizado y el incremento desmedido de la venta de productos para tratar la sensibilidad dental, lo demuestra muy claramente.
Este tipo de sensibilidad provocada por frío, no siempre es un parámetro de la existencia de un problema dental grave inminente. Pero sin importar el tipo de estímulo, si el nervio dental se agita, se hará daño. Por ello identificar las razones o causas más comunes, permite ofrecer algunas soluciones prácticas. Aquí les brindamos 2 razones que pueden motivar sensibilidad al frio, a saber;
1- Inflamación de las encías y placa
La enfermedad de las encías representa una de las causas más comunes de sensibilidad al frío, comenzando por sus primeras etapas (la gingivitis) y una acumulación de la placa bacteriana se encarga de perjudicar tanto las encías como el hueso de sostén para los dientes; siendo una condición irritante, que se encarga de reducir el umbral de dolor, dando paso a la sensibilidad.
2- Retracción de las encías
El retroceso de la encía es una causas común para genera sensibilidad al frío, ya que el deslizamiento de las encías motiva la exposición radicular, quedando por lo tanto sin la protección del esmalte y dando paso a la inevitable sensibilidad.
Lo que debemos saber es que un cepillado agresivo o con cepillos de cerdas duras, así como la utilización de cepillo eléctrico con demasiada presión puede causar retracción de las encías. Los pacientes que han tenido cirugía periodontal o tratamiento de ortodoncia pueden presentar una retracción de las encías.
Para tener en cuenta; además de utilizar técnicas de cepillado adecuadas, enjuagues de fluoruro, la aplicación de la fuerza correcta y el uso de pasta dental especifica para dientes sensibles, pueden ayudar a disminuir la sensibilidad en el tiempo.
Imagen: MF
