El mal aliento o halitosis es una condición incomoda socialmente y a su vez un síntoma que puede determinar una falta de higiene bucal, lo cual conlleva a distintas patologías, así como también algún desequilibrio nutricional y en este aspecto los alimentos que consumimos pueden favorecer o empeorar nuestro aliento.
La mejor fórmula para evitar el mal aliento es la combinación de una dieta saludable y una correcta higiene dental, esta última se traduce en cepillarse los dientes dos veces al día, usar hilo dental una vez al día, limpiar la lengua y asistir a la consulta odontológica de forma regular.
Ciertos alimentos pueden intensificar la respiración por hora y contribuir a un fuerte aliento, condición que en oriente suele llamarse “aliento de dragón” y para que éste haga su aparición aquí mencionaremos algunos de los alimentos culpables;
El ajo y la cebolla; estos dos se llevan las palmas a la hora de incrementar el aroma de nuestro aliento, por lo cual encabezan la lista de los amigos de la halitosis, según los especialistas de la Universidad de Texas. Este efecto que producen se debe a los compuestos de fuerte aroma como los azufrados, que tienden a permanecer en la boca y cuando son absorbidos pasan al torrente sanguíneo y son expulsados por la exhalación.
El café y el alcohol; tanto el café como las bebidas alcohólicas crean un entorno favorable para el crecimiento bacteriano oral, además de producir un efecto deshidratante a nivel oral, lo que se traduce en una disminución de la saliva y cuando esto sucede las bacterias proliferan siendo responsables directas del mal olor.
Otros alimentos productores de mal aliento incluyen; a los productos lácteos, una dieta abundante en carne, el jugo de naranja y los refrescos, todos factores desencadenantes que por lo tanto requieren después de su consumo una inmediata higiene bucal para evitar la traumática halitosis.
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