Antibioticos y enfermedades cardiacas

Los procedimientos dentales pueden crear una apertura para que las bacterias entren al torrente sanguíneo, situación que es la razón por la cual el consumo de antibióticos se considera de base antes de llevar a cabo tratamientos dentales invasivos.

Las personas afectadas por enfermedades cardiacas tienen el mayor riesgo de consecuencias graves para la salud o la muerte en caso de desarrollar el IE. Las directrices sobre el tratamiento previo con antibióticos es razonable para que las personas con estas condiciones sean protegidas, las cuales fueron escritas por un panel de expertos en el 2007.

Las directrices a su vez también explican que tomar antibióticos cuando no es necesario puede tener sus riesgos, así como cuando los antibióticos se toman con demasiada frecuencia las bacterias pueden volverse resistentes a los fármacos, haciéndolos menos eficaces y como resultado, lo ideal es el menor consumo de antibióticos como sea posible para el tratamiento de EI.

Otra prevención de las directrices sugiere que las personas con enfermedad cardiaca deben hacerse un examen dental antes de ciertos tipos de cirugía, incluidos los procedimientos para reemplazar o reparar una válvula cardiaca o enfermedad cardiaca congénita. En la mayoría de los casos los problemas encontrados en el examen dental podrían ser tratados antes de la cirugía cardiaca, precaución que podría dar lugar a un menor número de casos de EI.

Independientemente de si se tiene enfermedad cardiaca, la salud oral y médica se interrelacionan, por lo cual siempre se debe aclarar las enfermedades que se padecen al profesional odontológico, para que este pueda proceder correctamente en consecuencia.

Imagen: MF

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