La bulimia es una enfermedad muy seria que debe ser tratada en forma multidisciplinaria, ya que es un tipo de desorden alimentario que afecta a todos los niveles de la salud, incluida la salud oral.

Las personas que padecen del trastorno conocido como bulimia suelen darse atracones de comida, al punto de perder el control, ya que posteriormente recurren al vomito o el abuso de laxantes para evitar subir de peso al comer en forma desmedida.

Este tipo de desorden alimentario en muchas oportunidades va ligado a la otro trastorno conocido como anorexia nerviosa, pero no sucede en todos los casos. La bulimia afecta en su mayoría al genero femenino y particularmente a las adolescentes o aquellas que trabajan con su físico, como es el caso de las modelos, que deben cuidar su estética al extremo.

Los dentistas pueden ver los cambios orales en las personas con bulimia, entre los que se incluyen:

-Inflamación de las glándulas salivales

-Una seca, lengua roja, dolor de garganta

-Un dolor de garganta que no desaparece

-Pequeños hematomas en el techo de la boca

-Desgaste del esmalte dental

Los vómitos frecuentes al llevar consigo ácidos gástricos pueden erosionar el esmalte de los dientes, lo que sucede con mayor frecuencia en el lado de la lengua de los dientes frontales superiores y el desgaste del esmalte conlleva a un mayor riesgo de caries, así como también se puede producir una mayor sensibilidad al frío o al calor.

Muchas personas con bulimia llegan a la desnutrición, generando un incremento del riesgo a padecer enfermedad periodontal (encías). Los dentistas recomiendan para reducir al mínimo el daño causado por el ácido del estómago al vomitar, la utilización de enjuagues bucales que contengan fluoruro, así como también no cepillarse los dientes inmediatamente después de vomitar, ya que el ácido del estómago debilita el esmalte dental y el cepillado inmediato puede provocar erosión.

Imagen: flickr

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