A todos nos puede pasar perder un empaste mientras estamos masticando un plato delicioso, esto provoca que nos quede un agujero bastante molesto. Para saber que hacer frente a esta situación no dejes de leer este artículo.
La pérdida de empaste es uno de los problemas más frecuentes que pueden suceder dentro de la odontología, muchos de ellos son diseñados para que duren toda la vida, pero para garantizar su correcto estado será necesario que realices chequeos de manera regular. Aún así, si se pierde el empaste de forma inexplicable no deberás asustarte.
Los empastes pueden caerse porque se ha generado una nueva carie alrededor de la zona o porque el propio diente se ha desgastado, el desgaste puede aparecer como consecuencia de la masticación o del bruxismo.
En algunos casos la caída del empaste es notoria, mientras que en otros casos puede pasar desapercibido. En esos casos las personas se dan cuenta al sentir una mayor sensibilidad al calor o al frío, en todos los casos es necesario acudir al dentista.
Si notas que acabas de perder el empaste de tus dientes deberás enjuagarte la boca para evitar tragar ningún pedazo, no será necesario que guardes estos restos. Después deberás pedir una consulta con el dentista.
Si recién podrás ir al dentista en unos días deberás tener cuidado con la zona en donde estaba el empaste, enviando que la comida irrite el lugar. Trata de no masticar con ese diente.
En la consulta el profesional se encargará de examinar la zona y, si considera necesario, realizará una radioagrafia. En algunos casos la pérdida del empaste puede generar otros problemas, como daños en el hueso o en la raíz.
Generalmente este problema solo requerirá la colocación de otro empaste para recuperar la estética de tu sonrisa y la funcionalidad del diente.
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