Los dentistas han estado haciendo trabajos cosméticos durante décadas, pero en los últimos años la evolución de los materiales y técnicas odontológicas permiten alcanzar los mejores resultados a nivel estético.
Los materiales antiguos en odontología tenían serios inconvenientes, por ejemplo, las resinas o primeros compuestos plásticos tendían a mancharse, y por lo tanto cambiaban de color con el tiempo, por ello su uso era limitado. Sin embargo en la actualidad las resinas compuestas odontológicas se traducen en empastes del mismo color del diente y no se deterioran como sus antecesoras.
En el caso de las carillas de porcelana en la actualidad se impuesto como uno de los procedimientos dentales estéticos más utilizados, ya que con ellas se cubre todo el frente del diente brindándole perfección, pudiendo colocarse con una mínima perdida de esmalte. Los compuestos modernos utilizados si bien no son tan fuertes como el oro o la amalgama, en los últimos años han mejorado mucho alargando su duración y fortaleza.
Cuando un diente presenta una pequeña fractura, muchas personas optan por vivir con ello, pero otras deciden colocarse una corona sobre el diente, que es un tratamiento estándar y un proceso que consume mucho tiempo y a menudo suele ser caro, pero hoy es posible arreglar defectos de menor importancia, astillas o dientes rotos con resina compuestas, que se pueden alisar y obtener el mismo color de los dientes vecinos, manteniendo la estética y solucionando un problema que también puede derivar en alguna patología, pero de forma más económica y efectiva.
Las imágenes por ordenador son otra técnica actual muy útil para el trabajo odontológico, ya que permite a los dentistas crear «restauraciones virtuales» en la pantalla de un ordenador y así el paciente puede ver los resultados antes de decidirse a realizar el procedimiento cosmético dental. Continuaremos con los procedimientos estéticos dentales en sucesivos artículos.
Imagen: MF
