En este artículo te contaremos las distintas fundas dentales que podemos encontrar y para que sirve cada una, aprovechamos a invitarte a leer el artículo anterior en donde hablamos de sus funciones.
En términos generales podemos decirte que existen cinco tipos de fundas dentales, cada una de ellas está pensada para solucionar un problema específico.
Fundas de metal
Este tipo de funda están creadas solo con metal, la ventaja que tienen es su resistencia y su durabilidad. Su desventaja es estética, por eso solo suele usarse en los molares que no se llegan a ver cuando se sonríe.
Fundas de metal y porcelana
Son muy similares a las de metal, tiene un recubrimiento de porcelana pero su estética está mejorado por la parte de porcelana. Se debe tener presente que en casi todos los casos quedará una línea de metal en la parte interna de la funda, una línea a la altura de las encías. Los odontólogos no las recomiendan para los dientes que queden en zonas visibles. Otra desventaja es que la porcelana no es un material muy resistente y se puede deteriorar antes del metal.
Fundas de porcelana
Es una de las mejores opciones en base a la estética que aportan. Son muy usadas para los dientes que están más a la vista, como en los incisivos.
Fundas de zirconio
Sin lugar a dudas es la funda dental más completa. Cuenta con resultados estéticos inmejorables y tiene un aspecto muy natural a la vista. Además es muy funcional y tiene una resistencia destacarle. La única desventaja es su precio.
Fundas de composite
Este tipo de fundas se realizan con empastes. Son económicas pero son muy poco resistentes, por lo que son usadas como una medida temporal, antes de colocar la funda definitiva que durará más tiempo.
En la actualidad las fundas dentales cumplen una función estética y funcional. Este tratamiento se caracteriza por no ser invasivo y mucho más optimizada, pensando en conseguir los máximo con el mínimo trabajo posible.
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