En el artículo anterior hemos dado un vistazo general sobre este interesante tema que puede preocupar a los padres de niños pequeños.
A continuación nos referiremos al empaste del diente de leche. En el momento de pensar en ese tratamiento se deberá tener en cuenta algunas cosas importantes, en primer lugar, se deberá establecer el tiempo en que el niño usará el diente enfermo y cómo de grande es la carie que lo afecta.
Si nos estamos refiriendo a un niño de una edad bastante baja, por ejemplo, a un pequeño de 6 años de edad, es un problema, mientras que si el diente está en la etapa que se caerá o ya se está moviendo no será un problema tan serio. Si el diente está flojo seguramente no será necesario realizar ningún empaste en él.
Además, se tiene que considerar el tamaño de la carie, si bien algunos profesionales consideran tratar la carie a pesar de ser de un tamaño pequeño existen algunos casos en donde las caries diminutas se terminan curando por sí mimas si las ayudamos un poco. Esto es posible mediante un proceso de remineralización, que se puede completar de manera total en el momento en que la infección oral es mínima, y el empaste aun no se ha desgastado. Para ayudar en este proceso se puede usar flúor, una sustancia que se encarga de fortalecer el esmalte.
En los casos anteriormente mencionados debemos aclarar que será muy importante el hábito de higiene oral que tenga el niño y la dieta que lleve adelante, la que deberá ser baja en azúcares.
Resumiendo, si estas evaluando la posibilidad del empaste dental en un diente de leche se tendrá que tener en cuenta algunos factores como el tamaño de la carie y el tiempo que quedará del diente antes de que se caiga. Si el diente está a punto de caerse no será necesario realizar un empaste pero si la pieza deberá durar algunos años más una buena medida será colocar un empaste.
En cualquiera de los casos la decisión deberá ser tomada por un profesional y terminará dependiendo de cada niño en particular.
Foto | Flickr
