endodoncia

El tratamiento endodóntico o endodoncia, es el procedimiento que se lleva a cabo en los conductos radiculares del diente cuando estos se han visto dañados por algún motivo infeccioso, traumático o protésico. Un tratamiento al que nos referimos habitualmente con la expresión “matar el nervio”, que no es más que una de las técnicas o procedimientos de esta rama de la odontología. Más allá de si se procede, o no, a la inactivación del nervio, el principal objetivo del tratamiento endodóntico es evitar la pérdida del diente infectado y mantener así tanto las funciones estéticas como masticatorias del diente en cuestión.

Situaciones en que se requiere una endodoncia:

El tratamiento endodóntico está requerido siempre que los conductos internos del diente han sido dañados por las bacterias derivadas, por ejemplo, de una caries dental sin tratar, llegando a afectar al nervio, la raíz del diente y, en los casos más extremos, incluso el hueso maxilar. Está situación puede llegar a ser muy dolorosa por lo que, normalmente los pacientes acuden a la clínica dental con claros síntomas de dolor que hacen que se deba aplicar un tratamiento de urgencia. En estos casos se procede a adormecer la zona con anestesia local de forma que el afectado no sienta molestias importantes durante el tratamiento de los conductos radiculares.

Siempre que la lesión no esté demasiado avanzada y el endodoncista pueda salvar la pieza, el tratamiento consistirá en matar el nervio para, posteriormente, limpiar el tejido que la infección ha destruido para después rellenar el conducto radicular con material biocompatible y sellar la cavidad de manera que el diente recupere todas sus funciones.

Puede que, debido al tamaño de la cavidad, el endodoncista decida que no es adecuado utilizar material de obturación para sellar el diente y prefiera recuperar la anatomía del diente mediante una incrustación dental o una corona. De esta manera, el diente tratado podrá soportar la fuerza de la masticación como si se tratara de una pieza completamente natural.

Vemos las tres situaciones en que tu dentista puede optar por tratamiento endodóntico en diferentes grados:

  • Cuando tras extirpar el tejido pulpar el paciente sufre un dolor muy intenso.
  • En una situación dónde el diente ha sufrido necrosis pulpar pero no existe dolor, el dentista procederá a limpiar los restos del tejido dañado para después proceder a la sellación.
  • En caso que se produzcan fisuras o fracturas del diente que afectan a los conductos radiculares, puede ser necesaria la extirpación de la pulpa por completo cuando ésta sigue en estado vital.

Está claro que el tratamiento endodóntico puede llegar a ser bastante invasivo para el diente, pero en cualquier caso, es la solución más conservadora ya que la única alternativa puede ser practicar una exodoncia. Si queremos evitar tales experiencias lo mejor es prevenir las infecciones mediante las herramientas que nos recomienda el dentista.

 

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