Existe un mito que señala que “cada hijo ha costado un diente”, nosotros no debemos permitir que se convierta en una realidad, por esta razón si estas embarazada es sumamente importante que, así como consultas con un obstetra, consultes con un odontólogo.
Lo mismo que sucede con todo el organismo, los dientes y las encías se ven afectadas durante la gestación. Es normal que las mujeres embarazadas sufran de gingivitis a partir del tercer mes de gestación y esto irá en aumento hasta el obtuvo mes, en el último mes de gestación ya no es tan severa. Este tipo de gingivitis es conocida como gravídica o del embarazo y se diferencia por el sangrado, sangrado y enrojecimiento de las encías provocado por los las placas o por el sarro.
Además la boca se vuelve más sensible por el aumento de la hormona progesterona. Si antes del embarazo tenias una buena salud dental estos cuadros no serán tan graves. El problema surge cuando la encia ya se encontraba enferma.
En este tipo de gingivitis también existe la posibilidad de que se afecte el hueso y los otros tejidos de los alrededores, quedando permanentemente dañados, por eso es necesario realizar el tratamiento.
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