Por lo general planeamos nuestras comidas, bebidas y actividad deportiva sin pensar mucho en nuestros dientes, pero estos hábitos de vida cotidianos pueden afectar la salud dental, mucho más de lo que podamos imaginar.
El azúcar es conocido como el enemigo número 1 de los dientes, porque cuanto más tiempo se queda en la boca es responsable de la producción de ácidos formadores de caries, debido a que el azúcar es consumida por las bacterias productoras de ácido que corroen el esmalte dental.
Por ello debemos evitar los alimentos azucarados principalmente los caramelos de gelatina que se pegan en los dientes más que otros alimentos y los bañan en azúcar, pero también deberemos tener cuidado con las frutas secas como las pasas, ya que no son mejores para nuestros dientes, pero si para nuestra salud, por ello después de consumirlas lo ideal es enjuagar la boca, sino podemos cepillar nuestros dientes.
En lo que respecta a las bebidas, las sodas o gaseosas son simplemente perjudiciales para los dientes, con o sin azúcar, ya que estas bañan los dientes en un medio ácido, según especialistas del departamento de cirugía dental y oral, del Hospital Presbiteriano de Nueva York, quienes aseguran que éstas bebidas dañan los dientes debido a su acidez, así como también los jugos con azúcar añadido.
El alcohol, aunque sea un vaso de vino al día (que es muy saludable), también es ácido y puede erosionar los dientes, además el alcohol seca la boca, reduciendo la producción de saliva que nos protege naturalmente contra la acidez ayudando a eliminar la placa y la acumulación de bacterias de la superficie de los dientes. Enjuague su boca con agua entre el consumo de bebidas.
Si practica deportes de contacto comprar un protector bucal en una tienda de deportes no es lo conveniente, lo ideal es que su dentista le haga uno personalizado para una máxima protección y confort.
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