La Academia Americana de Pediatría afirma que la leche materna es excepcionalmente superior para la alimentación infantil, por ello las madres deben amamantar a sus hijos, a pesar de los vaivenes de la vida moderna y entre los muchos beneficios que lactancia ofrece también se pueden incluir sus efectos positivos sobre los futuros dientes del bebé.
La Academia Americana de Odontología Pediátrica orienta al respecto que la caries dental requiere de la interacción directa entre las bacterias que formadoras de caries y un alimento o bebida que sirva de cultivo y que las bacterias convertirán en ácido, en el caso de los niños suelen adquirir estas bacterias de sus madres en la época de su primer diente.
La caries dental es una enfermedad que tiene períodos de «ataque» y «reparación» de los dientes, y varios estudios muestran que la propia leche materna no es un buen alimento para las bacterias que causan caries, por lo tanto se considera que protege de la formación de caries. La caries dental se ve agravada por el consumo frecuente de alimentos que contienen azúcar y comer varias veces al día también puede acelerar la formación de caries dental.
Por lo tanto la caries dental cuando se produce más temprano y es más grave en los niños que se les permite comer o beber con frecuencia, con poco descanso entre bocados, acelerando el desarrollo al máximo por la noche, situación que se debe a que el flujo de saliva disminuye por la noche y durante el sueño. La saliva ayuda a proteger los dientes contra las caries y en consecuencia cualquier alimento o bebida, incluyendo la leche materna, consumida justo antes de dormir o durante el sueño pueden estimular el proceso de descomposición.
La Academia Americana de Odontología Pediátrica establece que; la lactancia materna a un niño durante toda la noche; debe evitarse después que comienza la erupción del primer diente de leche, que puede aparecer en cualquier momento entre los 3 y 12 meses de edad, siendo los 6 meses el momento más típico.
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