El mal aliento es una herramienta que podría ser útil en el caso de trabajar con células madre. Esto se debe a los gases que genera. El sulfuro de hidrógeno, gas que se conoce por su olor desagradable y que es responsable del mal aliento puede ser útil a la hora de desarrollar las células hepáticas a partir de las células madres de la pulpa dentaria.

Esto es uno de los resultados de una investigación llevada a cabo por un grupo de japoneses. Ellos usaron el desagradable gas para convertir a las células madres de los dientes humanos en células del hígado.

Los estudios tuvieron lugar en la Universidad de Odontología de Japón en donde descubrieron que la aplicación del gas combinado con otros agentes químicos llega a incrementar la pureza de las células resultantes. O sea, que el sulfuro de hidrógeno aumento la proporción de células madre que se pudieron convertir en células hepáticas.

Debemos tener presente que el sulfuro de hidrogeno, que el cuerpo produce se presenta en pequeñas cantidades, este también puede ser producido por bacterias y en grandes cantidades puede terminar siendo muy toxico. En regiones de China se ha empleado para incrementar la supervivencia de células madre mesenquimales tomadas de células óseas de ratas. Desde el University College de Londres consideran interesante ver cómo el sulfuro de hidrógeno funciona con otro tipo de células.

Foto | Flickr

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