La blancorexia es la obsesión que tienen algunas personas por tener sus dientes blancos. Es normal que se disfrute teniendo una sonrisa prolija y blanca, pero se debe evitar caer en los extremos o evitar correr el riesgo de perder los dientes usando productos que no son buenos para ellos con el fin de tener una blanca sonrisa.
Para llegar a tener dientes que luzcan blancos se debe abusar de las aplicaciones de los peróxidos, que son compuestos químicos que se basan en el oxígeno, pero esto puede terminar siendo un problema para la biología de los dientes y en la ética de los profesionales que realizan los tratamientos.
La ‘blancorexia’ se da en pacientes que se encuentran deslumbrados por publicidades (que en realidad fueron retocadas), lo que genera que pidan más y más sesiones para aplicarse peróxidos y en algunos casos, cuando el profesional se niega a realizarlas, las compran de manera irresponsable en las tiendas o por Internet.
Cuando se abusa de los tratamientos se llegan a producir daños en la matriz del esmalte, al interior del diente y en la penetración pulpar, así se afectará el paquete vásculo nervioso dentro de los dientes.
Cuando uno realiza estudios a largo plazo se pueden ver lesiones irreversibles como destrucciones de las capas prismáticas de los dientes o las pulpitis crónicas que necesitan de diferentes tratamientos de endodoncia.
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