Existe una batería de estudios que han definido una estrecha relación entre una mala salud oral y enfermedades como la obesidad, diabetes y enfermedades del corazón, pero además también influye en la salud o funcionalidad cerebral.
Un pobre cuidado dental puede inhibir la funcionalidad del cerebro, así como también su capacidad de percepción. El cerebro controla el centro del sistema nervioso en todos los vertebrados y se ha comprobado que el cepillado y uso de hilo dental ayudan a mantener la fortaleza de las conexiones sinápticas, según los especialistas.
Un estudio llevado a cabo por un equipo de psiquiatras británicos y dentistas, determinó que la gingivitis y la enfermedad periodontal, se encontraban asociadas a una mala función cognitiva. Se llegó a este descubrimiento después de que los investigadores analizaron a miles de personas cuyas edades oscilaban entre los 20 y 59 años.
El equipo llegó a concluir que la higiene oral basada en lavarse los dientes dos veces al día todos los días durante dos minutos por sesión, más el uso del hilo dental para eliminar la placa dental, mantenía a las personas evaluadas más afilados a nivel perceptivo, independientemente de su edad.
Los individuos que son los más débiles mentalmente cuando aplican algunos ejercicios dentro de sus hábitos de vida pueden revertir esa tendencia, ya que el cerebro es altamente adaptable, condición que se conoce como neuroplasticidad. Por lo tanto la estimulación física puede crear nuevas vías neuronales que impulsaran el aprendizaje, la comprensión y la memoria, por ello el cepillado de dientes se traduce en un ejercicio que estimula estas funciones cerebrales.
Para tener muy en cuenta; la higiene bucal diaria también es esencial para asegurar que una lengua se mantenga limpia y saludable, favoreciendo así al sentido del gusto que permitirá apreciar todos los sabores posibles, estímulos que también activan la funcionalidad cerebral.
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