Salud oral y esclerodermia

La esclerodermia o “Esclerosis Sistémica Progresiva” es una enfermedad que provoca el endurecimiento de la piel, especialmente en las manos y la cara, afectando a los labios y la lengua que pueden afirmarse o endurecerse, haciendo que los pliegues de la piel alrededor de la boca desaparezcan, dando la apariencia de una máscara a la cara.

Por lo tanto en esta condición si la piel y los músculos alrededor de la articulación de la mandíbula se ven afectados, generando dificultad para moverse, situación que afectará la mordida. La esclerodermia puede hacer que sea difícil mantener la correcta higiene de los dientes traseros, e inclusive hace difícil un examen odontológico.

Como esta enfermedad empeora de forma progresiva, la boca se hace más estrecha, así como labios y la lengua se vuelven más rígidos, condición que dificilita al dentista preparar dentaduras postizas, coronas y otras prótesis dentales.

Las personas con esclerodermia también pueden tener problemas orales debido a los medicamentos que toman, siendo los más comunes; el síndrome de boca seca o xerostomía, crecimiento excesivo de las encías, un mayor riesgo de caries y enfermedad periodontal.

Es muy importante cuando se padece esta condición decirle al dentista qué medicamentos se toman y qué síntomas tiene, para que éste pueda tomar las precauciones que reduzcan el sangrado, la infección y otros efectos secundarios negativos. Su dentista también necesitará saber si la enfermedad ha afectado a algún órgano, ya que esta situación puede cambiar su cuidado dental, así por ejemplo si la esclerodermia le ha afectado los riñones, es posible que no sea capaz de procesar los medicamentos.

La esclerodermia tiene muchos efectos sobre el cuidado dental, por ello se necesitará realizar visitas adicionales para completar los procedimientos dentales, debido a la dificultad para mantener la boca abierta por mucho tiempo.

Imagen: MF

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