Existen diferentes tipos de blanqueamientos:
Clínicos: son los que se hacen cuando el paciente acude a la clínica, se deben realizar bajo la supervisión de un odontólogo. Se deben proteger las encías protegidas, colocando el producto sobre los dientes, un gel que se activa con la luz de plasma fría. El tratamiento solo dura una hora y se pueden obtener tres tonos diferentes.
Ambulatorio: al paciente se le prepara un juego de férulas en las cuales se aplicará el producto blanqueador. Lo deberá hacer entre 30 a 50 minutos una vez al día por lo menos por tres semanas. Los resultados son muy buenos y graduales, lo fundamental es ser constante con las aplicaciones de productos.
Combinado: un tratamiento en la que se combina la parte técnica y la ambulatoria. Es una técnica muy usada en la actualidad, los resultados son magníficos.
Blanqueamientos internos: esta técnica se usa en los dientes que se han oscurecido luego de una endodoncia. Cuando los dientes quedan más oscuros que los otros. Este agente blanqueador se coloca dentro del diente, aprovechando el trabajo que se realiza en la endodoncia.
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