Tipos de rayos x para niños

Las opciones de rayos x para niños por las cuales puede optar el dentista son por lo general 5; mordida, periapical, panorámica, oclusal y ortodoncia, dependiendo del objetivo que se busque.

Las radiografías de mordida

Estos rayos x se utilizan para visualizar las áreas entre los dientes que no se pueden ver directamente, permitiendo evaluar las cavidades que están empezando y son necesarias sólo después que los dientes en la parte posterior de la boca estén en contacto entre sí. En algunos niños, esto no sucede hasta que el primer molar permanente (molar de 6 años) ha entrado en erupción.

Radiografías periapicales

Este tipo de radiografía se utiliza para ver las coronas y raíces enteras de uno, dos o tres dientes adyacentes y la estructura del hueso de soporte de los dientes, además permite ver al dentista los dientes permanentes de un niño que van creciendo por debajo de los dientes de leche, así como también se utiliza para buscar abscesos o enfermedades de las encías.

Radiografías panorámicas

Estos rayos X se utilizan para visualizar todos los dientes en una sola película y muestran la mandíbula superior e inferior, las articulaciones temporo-mandibulares (ATM) y los senos por encima de los dientes superiores. A menudo se utilizan cuando un niño se ha lastimado la cara, tiene problemas de ortodoncia o está deshabilitado mental o físicamente. Los rayos X Panorámicos a diferencia de otros tipos, no requieren de una película que se coloca en la boca del niño y es útil para los niños que tienen bocas pequeñas. Estos rayos X requieren de una exposición de 2 a 18 segundos, en los cuales el paciente debe ser capaz de permanecer sentado durante todo ese tiempo.

Rayos X Oclusal

Estos se utilizan para ver la mayor parte de los dientes superiores e inferiores en una sola película, lo cual es útil cuando el dentista no tiene una panorámica de rayos X.

Rayos X para Ortodoncia

También se llaman “cráneo cefalométrica o lateral” y son un tipo de rayos X que permiten ver la cabeza de lado, utilizándose para evaluar el crecimiento de las mandíbulas y la relación de los huesos en el cráneo, lo que permite a un ortodoncista realizar un diagnóstico preciso y desarrollar un correcto plan de tratamiento.

Imagen: MF

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