La decoloración dental puede tener un origen extrínseco, es decir, por causa de alimentos o bebidas, situación que puede solucionarse con limpiezas dentales profesionales regulares y tratamientos hogareños, como el cepillado, uso de hilo dental y enjuagues con productos específicos después de las comidas.
La decoloración a menudo es solucionada con la aplicación de un agente de blanqueo para el esmalte de los dientes, técnica para la cual el dentista aplica un gel activado por luz, lo cual produce el blanqueo y cuyo procedimiento suele durar entre 30 y 45 minutos.
Lo que se deberá tener en cuenta es que tras el tratamiento inicial se puede llevar a cabo un seguimiento de ser necesario, y que también este tratamiento puede continuar en el hogar, para lo cual el dentista proporcionará las bandejas donde colocar el producto blanqueador con las indicaciones correspondientes.
Los geles blanqueadores dentales diseñados para su uso hogareño no son tan fuertes como los aplicados por el dentista, lo cual significa que este tipo de tratamiento es un proceso que tarda más tiempo, por lo general de dos a cuatro semanas.
El agente para el blanqueamiento se aplica como un gel que se coloca en una boquilla o tira que se pega a los dientes, por supuesto esta forma es menos segura. También se deben tener en cuenta las pastas de dientes blanqueadoras, que pueden eliminar las manchas de menor importancia, pero en realidad estos productos no cambian el color general de los dientes.
Además, si el diente se ha oscurecido tras una endodoncia, blanquear el esmalte no ayudará, pero su dentista puede aplicar un material de blanqueo en el interior del diente u optar por la colocación de una corona o carilla, para mejorar la estética dental.
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