Nos referiremos al uso de los aerosoles y geles de anestesia dental en casa. Seguramente en alguna ocasión has escuchado que alguien ha empleado un spray de anestesia porque sentía dolor o malestar en su boca. El spray seguramente lo consiguió en la farmacia sin que le pidan ninguna receta y sin ningún tipo de recomendación.
En Estados Unidos se ha advertido al público acerca del uso de la benzocaina, ingrediente presente en los líquidos, spray y geles que se emplean para los dolores de dientes y de boca. En algunos casos este producto puede generar una grave enfermedad llamada metahemoglobinemia. Si bien no es frecuente que suceda puede vincularse con la disminución de oxigeno transportado en la sangre.
Un comunicado señala expresamente que los aerosoles nunca y bajo ninguna circunstancia deben ser usado en niños menores de dos años. Lamentablemente algunos padres los emplean cuando aparecen los dolores vinculados a la dentición y las consecuencias pueden ser peligrosas.
Los efectos secundarios pueden aparecer en los niños en el mismo momento o varias horas más tarde, también pueden aparecer en la primera aplicación o luego de varios usos, por eso bajo ningún aspecto se deben emplear.
El inofensivo spray puede convertirse en un verdadero problema para los adultos y mucho más para los pequeños de la casa. El uso debe ser muy cuidado y bajo la indicación de un profesional. Los síntomas que deben preocuparnos luego de su uso son la palidez de la piel o la coloración azulada en labios, uñas, dificultad respiratoria, fatiga, confusión.
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