El Colegio Oficial de Dentistas de Santa Cruz de Tenerife ha compartido “el Decálogo de mitos dentales que no debes creer a lo largo de tu vida”. Según la organización, las nuevas tecnologías permiten un acceso rápido a información creada desde  cualquier parte del mundo, pero también son una herramienta para extender bulos y creencias erróneas que pueden perjudicar la salud.

Por esta razón, la organización invita a los ciudadanos a tener en cuenta la siguiente información:

  1. “A los bebés no hay que limpiarles la boca si aún no tienen dientes o apenas les han salido algunas piezas”. No es correcto. Tanto si se está dando al pequeño leche materna como si no, se deben limpiar, tras las tomas, las encías del bebé con una gasa. En caso de que ya hayan salido piezas dentales debe asegurarse la correcta higiene dental y bucal para evitar la conocida como “caries del lactante”.
  2. “No hay que tratar la caries en los dientes de leche. Al fin y al cabo, se van a caer…” Totalmente falso. Deben tratarse, ya que pueden provocar infecciones y afectar a los dientes definitivos. Las piezas “de leche” actúan de guía y guardan el espacio para los dientes permanentes, que saldrán más tarde.
  3. “En el gimnasio, por un golpe accidentalhe perdido un diente definitivo y ya no podré recuperarlo”. No es así. El diente puede conservarse si se acude con la pieza dental, en el plazo de una hora y, a ser posible, con el diente colocado en el hueco que ha dejado. En caso de que la persona no se vea capaz de realizar esta “colocación” debe sumergir el diente en un vaso de leche entera (preferiblemente fría) para intentar que se mantenga más tiempo la vitalidad de las células que permanecen en la raíz.
  4. “Las muelas del juicio deben extraerse siempre”. No. El dentista es el que determinará si debe hacerse, porque el maxilar no dispone de espacio suficiente para albergarlas y evitar así un apiñamiento de los dientes. Los adolescentes deben acudir al odontólogo si creen que estas piezas les están saliendo para su valoración.
  5. “Hay que mojar el cepillo de dientes antes de lavarse la boca”. Es un error común. Debemos poner la pasta y cepillarnos en seco para eliminar, de forma más eficaz, los restos de comida entre nuestros dientes. Mojarlo primero es como si se fregara antes de barrer…
  6. “Cada embarazo cuesta la pérdida de dientes”. Aunque durante la gestación, las mujeres pueden tener mayor predisposición a determinadas patologías, como las enfermedades de las encías, las pautas preventivas que ofrecerá el dentista en cada caso las evitarán. De ahí la importancia de acudir al dentista sobre todo durante el segundo trimestre del embarazo.
  7. “El enjuague bucal, la seda dental o masticar chicle sustituye el cepillado”. No. En el caso de tener la posibilidad de realizar el cepillado normal puede ayudar a prevenir patologías bucales, pero, en ningún caso, lo sustituyen. En cuanto a los enjuagues dentales, el dentista nos aconsejará sobre el adecuado para cada caso y su frecuencia de uso. Pero recuerda ¡el cepillo es imprescindible!
  8. “Sólo tengo que ir al dentista si siento dolor”. Esto es un gran error. Al menos debe realizarse una visita al odontólogo al año e, incluso, en ciertos casos, se recomiendan dos, para detectar patologías en las fases más tempranas posibles. Además, podemos tener caries sin sentir dolor, porque la infección se encuentra en el esmalte o el nervio ha perdido su vitalidad.
  9. “Existen remedios caseros que nos blanquean los dientes”. ¡Cuidado con los bulos sobre este tema extendidos por las redes! Uno de los más difundidos es la aplicación de bicarbonato y limón, una combinación que NO blanqueará nuestros dientes pero sí los erosionará, lo que puede derivar en mayor sensibilidad dental y predisposición a la caries. Hay también que evitar tratamientos de blanqueamiento dental que no hayan sido aconsejados y supervisados por el dentista, ya que los blanqueantes deben cumplir con las concentraciones establecidas por ley.
  10. “Los ancianos pierden todos los dientes”. Falso. Con una buena prevención, cuidado y atención dental durante las diferentes etapas de la vida, podemos conservar nuestros dientes naturales durante toda nuestra existencia. Es cierto que las personas mayores presentan una mayor predisposición a la caries por la disminución de la cantidad y calidad de la saliva, además de que las enfermedades en las encías se agravan con los años. Las visitas periódicas al dentista contribuirán a evitar la pérdida de dientes y a prevenir patologías en las mucosas bucales.

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