seguro dental servicios

La salud dental no está considerada una prioridad en la salud pública y su cobertura en seguros es bastante limitada. Se cree que la razón es que buena parte de los tratamientos son largos costosos.

Pero, si el ciudadano quiere ir un paso más allá en la protección de su boca y piezas dentales, debe conocer los detalles para contratar un seguro dental, y así, cuando tenga un tratamiento en puerta esté protegido.

El seguro dental garantiza una escala de precios equilibrada e igualitaria entre los distintos profesionales y  permite el acceso a descuentos a veces importantes en tratamientos de coste que de otro modo sería muy elevado.

De todas maneras, el seguro no es necesario si la persona tiene buena dentadura y cumple la rigurosidad de la higiene bucodental. Sí valdrá de mucho para niños y personas de la tercera edad.

Hay que conocer los detalles. Firmar un contrato sin estar claros puede ser peor que la propia enfermedad dental a tratar.

  1. La información debe ser clara. La información de las condiciones, las coberturas, los especialistas a los que se tendrá acceso debe ser clara y concreta. Los tratamientos no pueden estar denominados en las distintas cláusulas por diferentes nombres y además debe estar claro qué se cubre y cuándo hay que pagar, así como qué porcentajes.
  2. Las coberturas. Al menos contemplar las coberturas básicas, como limpiezas bucales, un empaste anual gratuito, radiografías, revisiones periódicas o la extracción si fuese necesario. Si los seguros son de un coste superior pueden además cubrir endodoncias -o un número limitado de estas- e incluso implantes en el caso de los seguros más completos.
  3. La red de clínicas. Estudiar la red de clínicas que tiene la póliza, para evitar cruzar la ciudad entera para realizar el tratamiento, así como que la oferta sea amplia por si no nos gusta un determinado especialista o clínica y queremos acudir a otra.
  4. Si incluye clínicas concertadas. Lo normal es que la póliza incluya acuerdos con profesionales de clínicas privadas, lo que se denomina conciertos. Si no es así, no es un buen seguro.
  5. Si incluye tratamientos preventivos. En general las pólizas de rango medio y alto los contemplan, pero hay seguros básicos que no los incluyen, y son en cambio los tratamientos que más regularmente necesitaremos.
  6. La inclusión de menores. Si queremos elegir un seguro dental y tenemos hijos menores, que la póliza nos permita incluirlos totalmente o en algún grado en las coberturas. Si elegimos un seguro dental familiar, deberemos vigilar las franquicias para los menores.
  7. Los tiempos de carencia de los tratamientos. Es el periodo mínimo que debe transcurrir entre la firma de una póliza y la opción a un tratamiento con cobertura parcial o total.
  8. La política de copagos. Se aplican en aquellos tratamientos que no cubre totalmente la póliza -en el caso de primas menores- pero a los que se aplica un descuento determinado, de modo que solo pagaremos una parte del tratamiento.
  9. Libertad para escoger especialista. No todas las pólizas ofrecen libertad para escoger los especialistas que nos tratarán y menos si dicho especialista no tiene un concierto con la compañía aseguradora, lo que conoce como «cuadro abierto».
  10. Las condiciones de reembolso. Velar por que la póliza contemple la opción de reembolso para poder elegir puntualmente especialistas que no tienen concierto.

 

Dejar respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here

*