salud dental verano

El verano es para relajarse. Hay vacaciones escolares y la mayoría de nosotros también tenemos días de descanso. Pero eso no quiere decir que algunas normas pueden saltarse, como las de la higiene personal, que deben seguir siendo estrictas.

Lo principal, no solo para la salud bucal sino para todo el organismo es mantenerse hidratado. Además hay que usar protector solar para los labios, controlar la ingesta de azúcares, utilizar pasta con flúor para contrarrestar el efecto del cloro de las piscinas, proteger nuestra boca y dientes de los impactos de deportes estivales

Los siguientes 10 consejos son dados por el Colegio de Odontólogos y Estomatólogos de Alicante (COEA), que mantiene su campaña de información a la sociedad denominada “Dentistas Sin Asteriscos”.

-La descompresión en submarinismo o deportes y los problemas dolorosos. Deportes como el buceo, el snorkel, el paracaidismo o el ala delta pueden provocar un fuerte dolor en nuestra boca. Para evitarlo, es ideal una revisión dental con el dentista de confianza que descarte caries y restauraciones filtradas, en donde pueda haber burbujas de aire, que son las produzcan dolor.

 -Protector labial en la playa. En la playa o una jornada en el mar no se pude olvidar proteger la parte más sensible de la piel: los labios. Las quemaduras labiales que pueden traer complicaciones en nuestra salud bucodental.

-Cuidado con los traumas faciales. Los traumatismos aumentan un 30% en vacaciones. En remo, faluchos y piraguas, practicando esquí acuático, tenis o con las raquetas en la arena. Es muy importante tener muy en cuenta las normas básicas para evitar golpes que puedan provocarnos daños graves en nuestra boca y dientes.

-Ojo con los blanqueamientos en verano. El blanqueamiento dental debe ser siempre supervisado por un dentista, que será quien nos diga si debemos o no someternos al tratamiento. Si ya fue hecho, es fundamental evitar colorantes (la paella de marisco veraniega, por ejemplo) y alimentos con mucho color, como la sandía o los frutos rojos. Tampoco se debe beber vino tinto.

-Los helados entre horas son peligrosos. Tomar un helado a media mañana o a media tarde y olvidarnos después del cepillado o no tener esa posibilidad porque estamos en la playa, puede comportar mayor posibilidad de que aparezca la temida y dolorosa caries.

-El cloro de las piscinas. Si los niveles del agua son correctamente controlados, no tiene por qué haber problema, pero hay que usar pasta dental con flúor, especialmente los niños, para evitar desgaste del esmalte.

-Hidratación. Es una necesidad evidente para proteger nuestra salud general de las olas de calor. Pero también lo es para la salud de nuestra boca. La falta de saliva, propia de esta época, acelera la creación de placa y puede producir incluso infecciones en las encías y otras enfermedades más graves.

-Mantener la higiene bucodental. Aunque sea complicado, hay que hacerlo. Sin ser un sustituto del cepillado, en algunas ocasiones podemos recurrir a los chicles sin azúcar con xilitol, que estimularán la salivación y aumentarán el pH de la boca, protegiéndola de las bacterias.

 -Tendencia a apretar los dientes. En verano se multiplica, sobre todo al practicar ciertos deportes, la tendencia a apretar los dientes. Consecuencias posibles: aumenta el desgaste y el riesgo a fracturas o problemas de oclusión, que pueden ser el origen de algunos problemas posturales que afectan también al rendimiento deportivo.

 -Acudir al dentista. Hay que irse preparados con una visita al dentista antes de tomar las vacaciones. El especialista dará más consejos que ayudarán a cuidar tu salud.

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