ameloplastia

Limar los dientes para alinearlos con el resto es un trabajo que debe realizar un especialista, y no usted mismo en casa, siguiendo un reto lanzado por algún influencer en las redes sociales.

Pero la ameloplastia no es solo limar los dientes. Su propósito es modificar levemente la superficie del esmalte dental con fines preventivos, terapéuticos, o mixtos.

El procedimiento, de extremo cuidado profesional, puede realizarse en las superficies lisas de la pieza o en hoyos y fisuras de molares y premolares; y puede ser complementada con una remineralización del esmalte, con un sellador o con una restauración preventiva adhesiva.

En el caso de aplicación a las superficies lisas, se realiza cuando una lesión cariosa o una mancha blanca continúa en su avance y amenaza con una pérdida de sustancia del esmalte que consiste en la rugosidad o una pequeña cavidad detectable con el explorador.

Siendo este el caso, el dentista desgastará un poco la rugosidad del esmalte y transformara esa pequeña cavidad en una zona más amplia, plana o levemente cóncava bien pulida que no tenga sitios donde pueda depositarse la placa bacteriana.

Es un procedimiento cuidadoso que solo un profesional debe hacer, con instrumentos especiales para ello, y no implementos cotidianos de la casa, como una lima de uñas.

Esta limadura puede ocurrir también para la estética de la sonrisa.

En el caso de hoyos y fisuras en molares y premolares, los especialistas recomiendan la ameloplastia no solo para evitar la extensión preventiva innecesaria en surcos sanos, sino también como medida preventiva en forma similar al empleo de selladores, ya que ambos métodos son eficaces para prevenir la reiniciación de las lesiones cariosas.

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