La abfracción dental es una lesión no cariosa, en la que se observa un desgaste del esmalte en el cuello de los dientes en forma de C, y al estar al descubierto el diente es muy sensible.
Esta enfermedad es causada por la sobrecarga de fuerzas sobre los dientes como resultado de varios factores que a continuación te explicaremos.
El primero es una mala técnica de cepillado. Si el cepillo tiene cerdas muy duras o se hace mucha presión con la herramienta, se crea un desgaste en la superficie del diente.
El bruxismo también es una de las causas de la abfracción dental. Esta presión que involuntariamente aplica la persona sobre sus mandíbulas, rechinándolas o apretándolas, afecta al esmalte dental.
Para confirmar que sufre de abfracción dental lo ideal es acudir regularmente al dentista quien en las revisiones hará un diagnostico temprano del desgaste, en caso de haberlo.
El odontólogo recurrirá a un tratamiento que reduzca las fuerzas ejercidas sobre los dientes y proteger la zona de desgaste, evitando la sensibilidad dental a futuro.
También podría prescribir una guarda oclusal, que es un protector bucal que actúa como una funda de acrílico transparente, hecho a la medida de tus dientes, soportando las fuerzas de masticación y previniendo el desgaste dental.
Y finalmente, para el aspecto estético y evitar la sensibilidad, el dentista podría colocar resina en los dientes afectados.
