Beber en exceso puede conducir a numerosos problemas de salud dental, según plantean los especialistas, quienes adoptan una posición única, que enfatiza los efectos dañinos que produce el consumo excesivo de alcohol, en este nivel de la salud.
Según distintos estudios los bebedores compulsivos son mucho más propensos a desarrollar caries y erosión del esmalte dental, pero los efectos perjudiciales de consumo excesivo de alcohol van mucho más allá como lo describe un artículo publicado en el Royal College of Surgeon Dental Journal, en el cual los expertos plantearon que el consumo excesivo de alcohol está implicado en la etiología de las enfermedades orales potencialmente fatales, incluyendo cáncer de boca, laringe, faringe y esófago.
De acuerdo con los organismos oficiales de salud, aquellos que abusan del alcohol tienen una tasa mucho más alta de patologías orales tales como:
–Retraso de la cicatrización después de una cirugía oral; el consumo de alcohol en exceso puede retrasar el tiempo de curación, ya que el alcohol puede irritar el tejido bucal.
–La caries dental: debido al alto contenido de azúcar y ácido en las bebidas alcohólicas, el consumo frecuente de alcohol puede conducir a un aumento de la caries, aún más cuando el abuso inhibe las medidas de higiene bucal adecuadas, situación en la cual el efecto perjudicial sobre la salud oral puede ser aún peor. El no poder cepillarse y usar hilo dental de forma regular, estimula el desarrollo de caries y enfermedad de las encías, como gingivitis y periodontitis.
–Cáncer oral. Aunque se requiere de una mayor investigación se ha determinado que el alcohol eleva el riesgo a desarrollar cáncer oral, ya que el efecto deshidratante que provoca en las paredes celulares, aumenta la capacidad de los carcinógenos del tabaco para permear los tejidos de la boca. Además disminuye la capacidad natural del cuerpo para usar antioxidantes que se encargan de prevenir la formación de cánceres.
Otro factor motivado por el exceso de alcohol es la cirrosis hepática, ya que se ha comprobado que da lugar a un cambio en la textura de la garganta y el tejido del esófago, condición que puede aumentar la probabilidad de desarrollar cáncer.
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