Que el mercado esté inundado de productos es en cierta forma bueno, porque podemos investigar, informarnos y decidir por el que más nos conviene, de acuerdo a sus características, calidad, beneficios y precio.
Eso pasa con los cepillos de dientes. Hay de diferentes modalidades, con filamentos suaves o duros, de una forma o de otra, variados colores, rotacionales, ecológicos y eléctricos. Éstos últimos, según algunos especialistas, son muy buenos para mantener a raya la placa dental.
A la hora de tomar la decisión, una de las primeras preguntas que nos hacemos es: ¿Cepillo de dientes manual o eléctrico?
La diferencia principal entre los dos tipos de cepillos se encuentra en la manera de utilizarlos. Mientras que la efectividad en la limpieza de los manuales depende completamente de nuestra técnica de cepillado, los eléctricos nos ayudan en gran parte a realizar este trabajo.
Su vibración imita al cepillado manual, ya sea con movimientos circulares, en dirección de un lado a otro o con vibraciones sónicas.
Algunos beneficios son:
-Poseen un cabezal rotatorio que ayuda a limpiar los dientes, previniendo el sarro y otras afecciones bucodentales.
-Tienen un mango muy alargado que permite llegar a cualquier área de la boca fácilmente.
-No requieren más esfuerzo ni presión para obtener un buen resultado.
-Son atractivos para los niños, por lo que ayuda a los padres a convencer a sus hijos a cepillarse los dientes.
-No necesita cambiar de cepillo, solo el cabezal cuando los filamentos estén muy deteriorados.
-Los eléctricos están indicados para todo tipo de pacientes y siempre van a facilitar la tarea de limpieza.
