Si bien todos sabemos que nuestra vida civilizada caracterizada por una alimentación abundante en dulces y alimentos refinados, son el factor común de la aparición de caries dentales en nuestra época, los científicos siempre atribuyeron su desarrollo marcado a partir de la era agrícola, la cual a su vez determinó el comienzo de la vida civilizada, pero la noticia es que las caries ya existían mucho antes, según lo explica un estudio reciente.
Arqueólogos europeos y africanos llevaron adelante una investigación en Marruecos, donde se hallaron restos humanos, precisamente de 52 personas en la un lugar llamado la «Cueva de las Palomas«, que vivieron hace más de 13.500 años o sea en una etapa anterior a la edad de la agricultura, por lo tanto eran solo cazadores recolectores, lo que implica que su alimentación era muy básica y sin embargo para asombro de los investigadores al evaluar sus dentaduras, resultó que el 94 por ciento tenían caries.
Los investigadores encontraron además que muchos adultos presentaban falta de piezas dentales y que los dientes existentes se encontraban muy maltratados. La evidencia sugiere que estas personas encontradas en la Cueva de las palomas, consumían grandes cantidades de bellotas y piñones, posiblemente almacenadas para consumir durante todo el invierno cuando la escasez de comida era más acentuada.
Las bellotas son particularmente altas en carbohidratos y cuando se almacenan pueden aumentar su contenido de azúcar, pero además los científicos descubrieron evidencias de que las elaboraban cocinándolas y convirtiéndolas en una masa pegajosa, la cual podía ser responsable de la acumulación de restos de comida que se pegaban entre los dientes después de comerlas, representando una causa de aparición de caries.
Hasta la fecha la ciencia relacionaba la aparición de la caries dental con el comienzo de la era agrícola, que data de hace unos 10.000 años, ya que los alimentos vegetales producidos al ser ricos en hidratos de carbono, e incluirlos en la dieta diaria, promovían el crecimiento y la propagación de las bacterias causantes de caries, pero este nuevo hallazgo demostraría un desarrollo mucho más antiguo aun y con otro tipo de alimentación.
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