El seguro dental generalmente vale la pena, porque se disfruta de una serie de servicios por los que habría que pagar en caso que no se tenga esa póliza.
Sin embargo, no es muy común que alguien la contrate, a no ser que esté incluida en el paquete.
Al tener el seguro dental a mano podemos cuidar nuestra sonrisa con más soltura financiera, pero también velar por la salud bucodental que, en todo caso, es esencial para la salud general del organismo.
Al ser una cobertura muy limitada en la salud pública, la salud dental suele depender de los precios de ofrece la sanidad privada, motivo por el que tener una póliza médica que incluya seguro dental suele ser una buena solución para reducir los costes familiares o personales.
Pero el seguro garantiza el acceso, dentro de una escala de precios equilibrada o con ciertos descuentos, a tratamientos que suelen tener un coste elevado.
Aunque las coberturas y garantías dependerán del tipo de póliza que contratemos, por regla general el mercado de los seguros médicos con cobertura bucodental ofrece cuotas anuales asequibles.
Las siguientes son algunas claves para seleccionar una póliza a medida, que asegure la cobertura que precisamos, sin pasarse con el precio.
–La información que se nos ofrece debe ser clara y concreta, sin letras pequeñas o dudas por resolver. Además, debe estar claro desde el principio qué cubre exactamente el seguro, si hay carencias o copagos, o si se tienen en cuenta ciertas preexistencias o existen límites de edad para acceder a determinadas prestaciones.
-Determinar si la póliza incluye a los hijos menores sin precio adicional, y a partir de qué edad comenzarán a cobrar por su tratamiento. Los niños y las niñas suelen acudir al dentista en diversas ocasiones en periodo de crecimiento, por lo que es fundamental que no existan franquicias adicionales para menores de 15 años.
–La red de clínicas y el cuadro profesional del que dispone el seguro. La oferta de clínicas y especialistas debe ser amplia, para que el cliente pueda escoger o poder variar de profesional si no está satisfecho.
-Conocer si el seguro incluye o no tratamientos preventivos, como por ejemplo limpiezas bucodentales, o renovación de empastes en mal estado, por ejemplo.
-Revisar con lupa son los copagos y las condiciones de reembolso.