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Cuando por trabajo o estudios solemos pasar mucho tiempo fuera de casa, sobre todo entre lunes y viernes, es probable que se descuide un poco el rito de higiene dental que se hace en casa.

Pero esto no tiene por que pasar. En este artículo te daremos consejos sencillos para que tu salud bucodental no quede en riesgo por tener que pasar todo el día fuera de casa.

Llevar un kit de higiene bucal de viaje. Debe contener lo básico: un cepillo de dientes, un dentífrico y, preferiblemente, un enjuague bucal. De este modo, después de cada comida, podrás dedicar unos minutos a tu higiene bucodental igual como si estuvieras en casa.

Tener a mano hilo dental. A veces, al comer, quedan restos de alimentos entre los dientes que son difíciles de eliminar con el cepillado y que incluso pueden ser molestos. Por eso, siempre es de utilidad tener a mano hilo dental, o bien un cepillo de limpieza interdental.

Chicle. Si es posible cepillar los dientes después de comer, masticar un chicle sin azúcar es una buena opción. Aunque no se consigue el mismo efecto que con el cepillado de los dientes, los ingredientes que contienen (generalmente sorbitol, xilitol o malitol) ayudan a producir más saliva, neutralizándolos ácidos de la boca.

Spray bucal. Siempre que necesites refrescar tu boca o sufras de mal aliento, recurre al spray bucal. Este producto es muy práctico, porque puedes utilizarlo en cualquier momento y lugar de forma discreta.

Estas medidas deben ser aplicadas por todos, pero en especial por personas que tengan algún problema bucodental, como enfermedades de las encías o sigue un tratamiento de ortodoncia.

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