Clips de los baberos dentales y bacterias orales

Según investigadores de la Escuela de Medicina Dental y el Instituto Forsyth Tufts University en un estudio encontraron que una proporción significativa de los clips utilizados para sujetar el babero dental albergaba bacterias del paciente, del especialista y el medio ambiente, incluso después del procedimiento de desinfección habitual.

Aunque la mayoría de los miles de bacterias que se encuentran en los clips que sujetan el babero dental inmediatamente después del tratamiento son eliminados a través del procedimiento de desinfección, los investigadores encontraron que el 40 por ciento de los clips testeados después de la desinfección aun retenían una o más bacterias aerobias, que pueden sobrevivir y crecer en ambientes oxigenados.

Encontraron que el 70 por ciento de los clips probados pos desinfección retenían aun una o más bacterias anaeróbicas o sea las que no viven o crecen en presencia de oxígeno. El estudio completo fue titulado como «Análisis amplio de bacterias aerobias y anaerobias encontrados en Clips babero dental en la Clínica de Higiene» y se publicó como un suplemento del Compendio de Educación Continua en Odontología, una de las principales revistas de odontología en los EE.UU.

El estudio de los clips del babero dental en la clínica de higiene demuestra que con el protocolo actual de desinfección, tanto las bacterias aerobias como anaerobias específicas pueden permanecer viables en las superficies de dichos clips inmediatamente después de la desinfección, aunque la transmisión real a los pacientes no se demostró, algunas de las bacterias ubicuas encontradas pueden llegar a ser potencialmente patógenos oportunistas en condiciones físicas apropiadas, tales como pacientes susceptibles o para el mismo profesional.

Inmediatamente después del tratamiento dental y antes de que los clips fueran desinfectados, las bacterias orales (estreptococos anaerobios, Staphylococcus, Prevotella y Neisseria) que contenían eran las menudo asociadas con la periodontitis crónica y refractaria, de las cuales se encontró un 65 por ciento en los clips.

Los especialistas recomiendan puntualizar la importancia tanto para el especialista como para el paciente, de un ambiente dental lo más estéril posible, ya que las bacterias pueden ser transferidos de las manos enguantadas de los odontólogos a los clips antes de la o durante el tratamiento del paciente, así como también pueden ser transferidas a las manos del paciente si este toca el clip.

Imagen: MF

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