Cómo blanquear los dientes en casa

El día de hoy te brindaremos algunos consejos prácticos para que puedas blanquear los dientes en la comodidad de tu hogar. Tengamos en cuenta que esta es una opción que, si se realiza de manera adecuada, puede resultar muy eficaz para quienes quieran sacar de las piezas dentales la tonalidad amarillenta de los dientes y brindar a la sonrisa un estupendo aspecto.

No se deben tener miedo a los resultados, pero sería aconsejable consultar con un profesional acerca de todas las dudas que puedan surgir. En el caso del fracaso de este tipo de tratamiento los responsables serán únicamente los pacientes, por eso mejor quitarse las dudas con un experto en la materia.

Para su realización se necesitarán unas férula que las proporcionará el odontólogo, antes de colocarlas es necesario cepillarse muy bien los dientes. Para obtener buenos resultados es aconsejable utilizar dentífricos que cuenten con peróxidos de carbamida, gracias a este componente el blanqueamiento de los dientes será más efectivo.

Pero no solo será necesario un buen cepillado, además se tendrá que usar hilo dental o seda dental (esto es muy importante), gracias al hilo dental se podrán eliminar las bacterias que se acumulan entre los dientes, además de los restos de alimentos. En este caso, además, ayudará a que el blanqueamiento sea posible en la zona más sombreada de los dientes.

Los días anteriores de realizar el blanqueamiento no se tienen que emplear colutorios con clorhexidina ni con agentes reveladores de placa bacteriana ya que los dientes podrían terminar teñidos.

Cuando se haya realizado una correcta higiene se deberá tomar la cubeta, colocar una gota del gel blanqueador en la impronta de cada diente, colocar la cubeta en la boca de manera correcta, si existe exceso de gel solo se deberá escupir. Si bien puede parecer complicado no lo es, además el dentista seguramente habrá brindado las instrucciones adecuadas para que el tratamiento resulte exitoso.

Después de colocar las férulas se tendrán que mantener dentro de la boca por el tiempo indicado. Se retira la cubeta con los dedos teniendo la precaución de quitarla de ambos lados a la vez, enjuagarse la boca con agua, en lo posible tibia.

Luego limpiar bien las férulas y colocarlas en la caja que brindó el odontólogo. Es muy importante que las férulas se encuentran muy bien lavadas y secadas después de cada uso.

En un próximo artículo hablaremos acerca de las limitaciones que pueden tener un blanqueamiento dental que se realiza en casa.

Foto | Pixabay

 

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