Nadie quiere un dolor de muela. De hecho, esta patología está catalogada como una de las más dolorosas para los humanos. Pero, de vez en cuando aparece y las razones pueden ser diversas.
Desde una caries, la erupción de las muelas del juicio, la presencia de sarro, dolor de cabeza, hasta apretar los dientes, cualquier cosa puede producir la molestia, a cualquier hora del día y la noche.
En el primer caso, el dolor de muela interferirá en las actividades diarias, laborales o no, y causará grandes problemas. Si ocurre en la noche, será imposible dormir.
Por ello, siempre hay opciones para combatir este dolor mientras amanece o se llega al consultorio del odontólogo, para que sea atendido como se debe.
Una de las primeras recomendaciones es aplicar frío en la muela molesta. Colocar hielo en la zona afectada ayudará a mitigar no solo el dolor sino la hinchazón que pueda haber por algún absceso producto de una caries o la erupción de las muelas del juicio.
Otra opción es hacer gárgaras de agua con sal, sobre todo en los casos que se sufra enfermedades de las encías. Pero también será ideal si hay algún tipo de herida en las mucosas o se ha realizado alguna extracción. Solo basta con enjuagar la boca para conseguir un alivio temporal, mientras se es atendido.
La limpieza interdental es una acción que previene los dolores de muela, porque la acumulación de placa bacteriana o sarro puede ser, en efecto, una causa de dolor de muelas. Por ello, el uso de hilo dental o seda, los cepillos interdentales o el irrigador bucal pueden ayudar a reducir las molestias.
