ortodoncia

La ortodoncia fija o removible necesita atención, no es solo cumplir con los procesos que indica el dentista, sino que es necesario asearlos y mantenerlos a tono, para evitar complicaciones.

Pero como no todos los tratamientos de ortodoncia son iguales, las recomendaciones para su cuidado varían en función del tipo de aparato que estemos utilizando.

Los sistemas removibles, que se quitan y se ponen para comer, cepillarse los dientes o en momentos puntuales, las horas que indique el dentista. Se ajustan a nuestros dientes con presión moviéndolos a la forma deseada por el especialista, que sabe cómo manipularlos.

Estos aparatos tienen a veces una máscara facial, y unos elásticos que habrá que cambiarlos una vez a la semana.

También están los tradicionales brackets, piezas metálicas pegadas a los dientes que, por medio de la presión, irán amoldándolos poco a poco. La presión va aumentando con cada visita al ortodoncista, de modo que al igual que los removibles, si no podemos ir a la consulta, no habrá problema en estar más días con la misma posición de brackets.

Después del proceso de ortodoncia más importante, hay que usar los llamados aparatos de retención, que ayudarán a mantener los dientes en su lugar por más tiempo.

Pueden ser cedulas transparentes que se colocan por la noche durante las horas de sueño y nos ayudan a mantener los dientes en la posición; también pueden ser barras que cubren los dientes por la parte interior, de modo que la primera línea (la visible) mantenga su posición.

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