Está confirmado científicamente que los pacientes con diabetes, sean del tipo 1 o del tipo 2, son más propensos a las enfermedades bucales, por lo que los cuidados dentales en ellos deben enfocarse en prevenir y combatir las patologías frecuentes de la boca.
Allí se cuenta en la primera línea a la caries, luego a la gingivitis y por último a la periodontitis, que puede llegar a crear serias complicaciones, ya que esconde evoluciones que conducirán indefectiblemente a una infección oral generalizada, con la probable pérdida de alguna pieza dental.
Este mayor riesgo ocurre por las personas con diabetes tienen la saliva más dulce, sequedad de boca y padecen una reducción de la resistencia a las infecciones microbianas.
La obesidad también es un factor a tener en cuenta en los diabéticos, pues el sobrepeso afecta a la salud de las encías y al hueso que las sostiene. Según las investigaciones realizadas, la prevalencia de enfermedades periodontales aumenta en paralelo con el índice de masa corporal.