No hay que esperar mucho para llevar al bebé al dentista. Dentro del primer año de vida se debe hacer la primera visita oficial, en la que el especialista valorará la salud del niño, recomienda la Sociedad Española de Odontopediatría (SEOP).
Hay una razón: la caries de biberón. Desde que se es un bebé y aún con pocos dientes puede aparecer esta terrible infección en la boca.
Se sabe que es la enfermedad crónica más frecuente durante la infancia. Uno de cada tres niños españoles de 5 a 6 años tiene caries en las piezas de leche, según los datos publicados por el Consejo General de Dentistas en la última Encuesta de Salud Oral, realizada en 2015.
Se estima que la caries afecta a entre el 60 y el 90 por ciento de la población infantil en edad escolar y a cerca del 100 por 100 de los adultos. Pero también ataca a los más pequeños, porque donde hay dientes puede haber caries.
La caries de la primera infancia o caries de biberón causan malestar y dolor. Por ello hay que mantener la boca del bebé sana con sencillas acciones: al principio limpiando los dientes del bebé con una gasa húmeda y, conforme crece, enseñándole a lavarse los dientes de una manera correcta y efectiva.
De esta manera, se evita que las bacterias colonicen la cavidad bucal del pequeño y, sobre todo, que se acumulen en ella azúcares y carbohidratos, los dos principales factores involucrados en la formación del sarro y la caries.