diente de leche

Calma y paciencia son las palabras claves para desprender el diente de leche del niño, cuando ya pende de un hilo.

No puede haber apuros, hay que esperar que la interacción entre el diente primario y el definitivo ocurra.

Y es que mientras los permanentes están brotando, hacen que las raíces de los dientes de leche se absorban, para que cuando estos se aflojen, solo los sujete una pequeña cantidad de tejido y sea más fácil quitarlos.

El hecho de que los dientes de leche sean temporales no quiere decir que no sean importantes. No es así. Los dientes de leche marcan la posición para la dentadura final. Si se caen demasiado temprano, los restantes pueden moverse y no dejar lugar para que crezcan los definitivos.

Los dientes de leche comienzan a caerse aproximadamente a los 6 años de edad, cuando los incisivos, los dientes centrales delanteros, se aflojan.

Los molares posteriores generalmente se caen entre los 10 y 12 años y se reemplazan con dientes permanentes aproximadamente a los 13 años.

Al ser un proceso normal en todos los niños, se debe conservar la calma y tener mucha paciencia. Si el diente de leche se mueve con facilidad, sin ocasionar dolor o molestia, se lo debe tomar con naturalidad, ya que es muy probable que salga solo o con ayuda de movimientos suaves.

También se puede tomar el diente flojo firmemente con un pedazo de papel higiénico o una gasa y quitarlo con un movimiento rápido de torsión.

Pero si no está suficientemente flojo, es mejor tener paciencia y esperar unos días más.

Si el diente definitivo empieza a erupcionar sin que el temporal se haya aflojado lo mejor será ir al odontopediatra para que determine un tratamiento correctivo, si es necesario.

Dejar respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here

*