halitosis mal aliento

Es desagradable ser el portador del mal aliento, y muchas veces la solución esté en nuestras manos. Solo basta conocer su causa y aplicar los correctivos necesarios.

Se sabe que la principal causa de la  halitosis  es bacteriana, en 90% de los casos. Algunas, como las anaerobias gram negativas, hacen parte de la flora oral y habitan los lugares con poco oxígeno en la cavidad bucal.

Estas bacterias se alimentan de los desechos de alimentos proteínicos que quedan atrapados en los lugares donde habitan, además consumen células muertas de la dermis y algunas proteínas de la saliva.

Eso crea compuestos volátiles y los que provocan la halitosis son los sulfúricos volátiles (CSV). ¿Por qué surgen?:

-Causas dentales

No usar hilo dental ni cepillarse diariamente facilita el alojamiento de partículas de alimentos entre los dientes, la lengua y alrededor de las encías, que al descomponerse pueden causar mal aliento. Además están las piezas dentarias en mal estado o las restauraciones inapropiadas, la placa sobre los dientes, las dentaduras postizas y las prótesis removibles a las que no se les hace una higiene adecuada.

-Causas periodontales

En los casos de gingivitis, periodontitis y abscesos periodontales, se han encontrado bacterias causantes de mal olor. La inadecuada higiene periodontal y otras causas pueden producir inflamación gingival, al formarse bolsas hipooxigenadas, donde se encuentran bacterias anaerobias Gram negativas productoras de compuestos sulfúricos volátiles (CSV), que son los causantes de mal olor.

-Causas salivales

Las proteínas salivales son apropiadas para la proteólisis bacteriana, y algunas sustancias de la saliva expulsan las bacterias mediante el proceso mecánico de la boca. Otros beneficios de la saliva se relacionan con la oxigenación de la cavidad bucal, que neutraliza la proliferación de bacterias anaerobias; y el mantenimiento de niveles normales de pH en la boca.

-Causas linguales

Estas son las más frecuentes, incluso en personas con excelente salud bucal. Y la razón es que la superficie irregular de la lengua, con sus papilas gustativas y grietas que se relacionan con las glándulas mucosales y amígdalas linguales, protege a las bacterias de la acción de arrastre de la saliva y facilita una atmósfera ideal para la acumulación de leucocitos muertos, células descamadas, componentes sanguíneos, nutrientes provenientes de alimentos, saliva y mucosidad de la faringe; todo lo anterior conforma la capa lingual, que es un ambiente propicio para la producción de la halitosis. La capa lingual es mayor en personas con enfermedad periodontal.

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