Hay férulas dentales para diferentes tratamientos, por lo que no es raro escuchar que se usan para patologías tan distintas. Y es que cada una de ellas tiene un propósito.
Conoce aquí los tipos de férulas dentales que existen en el sector odontológico. De seguro tu dentista te explicará en el caso de que necesites alguna de ellas.
Las primeras y más famosas son las férulas de descarga, y son las que usan las personas que aprietan los dientes de forma involuntaria, una enfermedad que se llama bruxismo.
Esta férula evitará que los dientes se rocen entre ellos y ocurra el desgaste del esmalte dental, ya que su función es relajar la musculatura y las articulaciones que unen la mandíbula a la base del cráneo (ATM).
Pero también están las férulas que hoy se usan para blanqueamiento de los dientes, hechas de plástico blando y con espacio para colocar algún agente blanqueador.
Es el dentista el que debe recetarlas y dar las indicaciones de cantidad del agente y el tiempo de exposición. Sería peligroso hacerlo sin una vigilancia profesional.
Luego vienen las férulas de retención, que son las usadas al finalizar un tratamiento de ortodoncia, con la intención de que los dientes no vuelvan a moverse, al buscar ubicarse en el lugar donde estaban antes.
De éstas las hay fijas, con alambres o arcos que quedan pegados a los dientes con composite; las removibles, más usadas en la arcada superior.
Para los pacientes con periodontitis o piorrea, está la férula periodontal que resuelve satisfactoriamente el haber perdido una cantidad considerable del hueso, lo que provoca la movilidad desagradable y dolorosa del diente.
Además, están las férulas de estabilización para el uso de personas que han sufrido traumatismos dentales que hayan provocado luxaciones o avulsiones dentales y/o fracturas de las raíces de los dientes.
