Se llama gingivitis a la primera etapa de la enfermedad periodontal. Comienza con la irritación causada por las bacterias de la placa dental y deriva en una infección, que si no se trata oportunamente puede conducir a condiciones más graves.
La gingivitis se considera como una de las formas más leves de las enfermedades de las encías, que por lo general tiene su origen por una incorrecta higiene oral.
Otros factores desencadenantes de gingivitis pueden ser enfermedades de base como la diabetes, el tabaquismo, el envejecimiento, la predisposición genética, enfermedades sistémicas y situaciones de estrés, así como también mala nutrición, la pubertad, las fluctuaciones hormonales (menopausia), el embarazo, el abuso de sustancias, infección por el VIH y determinados medicamentos.
La gingivitis estimula la respuesta autoinmune del cuerpo que va a luchar contra las bacterias invasoras, por ello se produce la inflamación. Se convierte en un campo de batalla entre las defensas orgánicas y los agentes patógenos externos.
Las personas que atraviesan por la condición periodontal suelen experimentar poca o ninguna molestia, dando paso al desarrollo del problema, cuyos síntomas son; encías rojas, hinchadas o sangran con facilidad.
Lo que debemos saber es que la gingivitis puede revertirse con un tratamiento profesional adecuado y un correcto cuidado oral personal. Pero si esto no sucede, el desenlace de una gingivitis no tratada es la periodontitis, una condición mucho más grave y más difícil de erradicar.