La mejor forma de no sufrir enfermedades bucodentales es prevenirlas, con una fuerte higiene, buena alimentación y visitas periódicas al dentista. Son las bases, pero de igual manera te damos consejos para que estés fuera de peligro.
-Cepillar los dientes después de cada comida. Pero además, la pasta debe contener flúor y hacer una rutina correcta, en la que todas las caras de cada diente sean cepilladas. También hay que cambiar el cepillo de forma habitual.
-Visitar al dentista cada seis meses. Las revisiones continuas ayudan a prevenir futuras infecciones y detectar enfermedades, evitando que puedan convertirse en un problema de salud grave a la larga.
-No abusar de los dulces. Controla tu alimentación e ingesta de ciertas comidas o refrescos que puedan provocar caries. Como, por ejemplo, los refrescos de cola o las gominolas.
-Usar hilo dental. El cepillado no llega a todas las zonas, sobre todo entre los dientes. Por ello, con el hilo dental podrás eliminar los restos de comida en esas zonas, y evitar las caries.
–Chicles sin azúcar. Si es imposible cepillarse después de una comida fuera de casa, lo mejor es recurrir a un chicle sin azúcar, que estimulará la producción de saliva y prevendrá la aparición de bacterias.
