La sonrisa es la carta de presentación de toda persona. Mantenerla radiante y hermosa es un trabajo de todos los días, con dedicación en la higiene bucal y la visita oportuna al dentista.
La Navidad es una buena época para reír y aprovechar la oportunidad para que los demás también lo hagan.
Te damos consejos para conjugar las dos cosas, en unas fechas festivas de un año bastante complicado.
-En los regalos del amigo invisible seguro incluyes dulces. Si ese es el caso, prefiere los chocolates, ya que se limpia más fácilmente de los dientes que los dulces más pegajosos.
-Alegra cada sesión de higiene con un villancico. Sí, mientras cepillas tus dientes y aseas tu boca, es genial escuchar una de esas canciones tradicionales de la Navidad, para entrar en ambiente desde ya. Además, su duración es lo que debes mantenerte cepillando tus dientes.
-No abras los regalos con los dientes. Cuando la envoltura es difícil de desbaratar, acudimos a los dientes, y ese es un gran error. Recuerda que tus dientes fueron hechos para comer, no para servir de tijeras. En una situación así, pueden romperse, o podrías conseguir daña tu mandíbula o, peor, tragarte algo.
-Si tendrás invitados en casa, recíbelos con una cesta que artículos divertidos como calcetines cómodos, pero también con productos de baño que generalmente son olvidados, como un cepillo de dientes, pasta dental y seda dental.
-Un truco para mostrar dientes más blancos es usar lápiz labial rojo o rosa con trasfondo azulado, el efecto que tus dientes parezcan más brillantes.
-Y no olvides seguir tu rutina de higiene bucal como siempre, a pesar de estar en unas fechas festivas, en las que es fácil saltarse los hábitos regulares.
