La orden es, mientras dure el Estado de Alarma y haya riesgo de contagio de Covid-19, no acudir al dentista, a menos que sea una emergencia. Ahora, si ésta llega y es obligatorio ir al consultorio, hay que tomar previsiones.
Ante una urgencia dental, lo primero que se debe hacer, en estos días de confinamiento, es llamar al dentista. Al valorar el caso dará una orden. Y si hay que verse en la clínica, el profesional dará las primeras pautas de seguridad para evitar contagios.
El odontólogo es uno de los profesionales que más riesgo tiene al trabajar dentro del radio de un metro de su paciente y atender la zona bucal. El principal foco de propagación del coronavirus.
El dentista tiene sus protocolos de protección con todos los implementos de los dispone, como mascarillas, gafas, batas y guantes.
El paciente debe empezar por confirmar que su médico tenga todos esos implementos y verificar de reojo la higiene del lugar, que generalmente es impecable.
Ya en la sala de espera, si hay otras personas, se aconseja mantener la distancia de un metro, mínimo; no hojear las revistas (si aún están) y evitar acercarse a flores que lo puedan hacer estornudar.
Es ideal que el paciente se lave las manos con jabón al entrar, se seque con papel y se coloque alcohol en gel durante veinte segundos. Antes de atenderlo se le indica un colutorio con peróxido de hidrógeno al 1% o povidona iodada al 0,2% que, pasados treinta segundos, se escupe sin enjuagar.
