Cuando tomamos una bebida fría o mordemos un bocado caliente, podemos sentir un efecto incomodo o molestia dolorosa, que denota sensibilidad dental, una condición muy común que puede prevenirse y tratarse en casos leves, con acciones simples.
La sensibilidad dental o dientes sensibles puede presentar un dolor agudo que en muchas ocasiones nos hace llevar la mano a la boca, esta condición puede tener su origen en un daño nervioso provocado por microfracturas causadas por el rechinado de los dientes por ejemplo, siendo la causa principal una lesión o desgaste del esmalte, así como una retracción en la línea de las encías.
Aquí les brindamos algunos consejos simples para prevenir y tratar la sensibilidad dental;
-Cambiar la pasta dental tradicional por un dentífrico formulado específicamente para desensibilizar, efecto que esta fórmula obtiene por su contenido en cloruro de estroncio o nitrato de potasio, que son los ingredientes activos. Lo que se debe tener en cuenta es que si bien estos dentífricos no pueden reponer el esmalte perdido o compensar la recesión de las encías, los principios activos que contienen se acumulan en los espacios (túbulos) de la dentina, actuando como rellenos temporales, de aquí su efecto desensibilizante.
-También se puede sumar el uso de un dentífrico desensibilizante para el cepillado, difundiéndolo directamente en zonas sensibles antes de irse a dormir, lo que permitirá una acción más directa reduciendo significativamente la sensibilidad dental en unas pocas semanas.
-Evite cepillo duros; es muy común pensar que un cepillo de dientes con cerdas duras cumple con una mejor limpieza, así como también se cree que aplicar una presión excesiva es lo mejor para limpiar los dientes, pero nada más alejado de la realidad, ya que estas acción profundizan el problema de la sensibilidad, debido a que generan un mayor desgaste del esmalte dental.
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