El arreglo de una carie por lo general significa obtener un relleno, sin embargo a veces éstos se rompen, se caen o no detienen la caries, por ello un estudio reciente se centró en los motivos por los cuales los rellenos tienen más probabilidades de fracasar.
Investigadores de una Red de Investigación recogieron datos de 226 dentistas que colocaron 6.218 rellenos en 3.855 pacientes, de los cuales alrededor de un tercio eran amalgamas, que contienen una mezcla de metales. Los otros dos tercios eran de resina compuesta o un plástico duro del color del diente.
Durante un período de dos años, 386 de estos rellenos fracasaron, lo que se tradujo en un 6 por ciento de los encuestados. Las razones del fracaso fueron:
-Relleno que se agrieta o rompe
-Rellenos que se cayeron
-Los bordes del relleno se erosionaron o se descompusieron
-El diente que necesitó tratamiento de endodoncia o extracción
-Dolor de dientes o sensibilidad
Según el estudio también se determinó que el material utilizado en el relleno no hacia una diferencia, ya que ni los empastes de amalgama ni empastes de resina presentaron una mayor propensión a fallar. Estudios anteriores habían demostrado tasas de fracaso para ambos tipos de relleno que oscilaban entre el 4 y 6 por ciento.
El estudio encontró otras cosas que aumentan el riesgo de fracaso para un relleno:
-El fracaso era dos veces más común en personas mayores de 65 años de edad, comparados con los niños.
-Las tasas de fracaso fueron más altas para los rellenos colocados en los dientes posteriores, que los colocados en los dientes delanteros.
-El fracaso fue casi 5 veces más común para los rellenos que cubrían 4 superficies de los dientes, comparados con los rellenos que cubrían sólo 1 superficie. Teniendo en cuenta que los rellenos más grandes cubren más superficie y que esto aumenta el riesgo de grietas, roturas u otros problemas.
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