Las emergencias dentales tienen como razón principal un episodio de dolor que puede ser desencadenado por alimentos y bebidas calientes o frías, así como por una acción física, por ejemplo morder con fuerza causando la rotura de un diente o arreglo, que pueden promover un dolor palpitante.
Lo que debemos tener muy en cuenta es que cualquier daño a los dientes o las encías no debe ser ignorado, así por ejemplo los nervios o vasos sanguíneos pueden dañarse preparando el terreno para contraer una infección, la cual si no es tratada puede propagarse a otras partes del cuerpo poniendo en riesgo la salud general y casos graves puede llegar a ser mortal.
Es muy importante buscar siempre el tratamiento de una lesión dental, reparando los dientes dañados tan pronto como sea posible, ya que esta la acción más recomendable a realizar. Hoy en día los dentistas cuentan con muchas opciones para hacer frente a las emergencias dentales, gracias a los avances sobre el tratamiento del dolor y las maneras de restaurar los dientes.
Los dientes pueden ser reparados con materiales sintéticos que son fuertes y se ven tan bien como los dientes naturales y los dentistas cuentan con la formación y las habilidades necesarias para identificar cuál es el problema, definir qué tan grave es y casi siempre podrán reducir o eliminar el dolor en pocos minutos.
En los casos donde no se está seguro si un problema dental es una emergencia, por lo general los dentistas ofrecen este consejo para aclarar la situación y es el siguiente: “Si le duele, es una emergencia”. Por lo tanto cualquier daño evidente para un diente debe ser tratado tan pronto como sea posible, ya que por ejemplo en el caso de una fractura, ésta puede afectar el tejido vivo en el interior del diente causando más problemas a futuro y solo su dentista puede prevenir que el daño empeore.
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