El enjuague bucal es un elemento importante de la higiene, pero no puede nunca sustituir toda la rutina, como al parecer ocurre entre la población, que por tiempo o desánimo, lo usan como un cepillado completo.
La rutina de higiene bucal comienza con el cepillado exhaustivo de cada diente por cada lado, luego, se usa el hilo dental, los irrigadores y el colutorio.
Pero no cualquier colutorio. El Consejo General de Dentistas recuerda estos productos siempre deben estar prescritos por un dentista. Su presidente, Óscar Castro Reino, acusa que la publicidad de los enjuagues bucales no es clara y está confundiendo a los ciudadanos sobre su uso correcto.
“Muchos están utilizando el colutorio como sustituto del cepillado, cuando en ningún caso debe ser así. Lo adecuado es cepillar los dientes, al menos, dos veces al día, durante dos minutos con pasta dentífrica fluorada y, después, usar hilo dental o cepillo interdental”, indica.
De esta manera, Castro deja claro que el enjuague bucal es una parte complementaria, pero no esencial, de la higiene bucodental. “Nunca sustituyen al cepillado o a la higiene interdental. Efectivamente, tienen muchos beneficios, pero deben ser utilizados siempre bajo prescripción del dentista, ya que son específicos para cada situación clínica (infecciones, sensibilidad dentinaria, halitosis, gingivitis, etc.)”.