Dentro de las enfermedades periodontales más conocidas encontramos la gingivitis y la periodontitis, por ellas muchas personas pierden sus dientes. En muchas oportunidades podemos estar teniendo síntomas de estas enfermedades sin darnos cuenta, por ejemplo, un leve sangrado, molestias o una leve inflamación Al no ser demasiado molestos podemos tener la sensación de que estos síntomas desaparecerán por sí solos.
Estas enfermedades pueden aparecer como consecuencia de la acumulación de placa bacteriana, una fina película que se va adhiriendo a la superficie de los dientes. Se sabe que en la cavidad oral podemos encontrar más de 700 bacterias diferentes, es muy importante realizar una óptima limpieza dental para removerse, evitando que queden ahí depositadas. Otra buena medida es realizar limpiezas dentales profesionales de manera periódica, así se evitará que las enfermedades se agraven.
Estadisticamente se sabe que en España entre el 85 y el 90 por ciento de las personas mayores de 35 años sufren, en diferentes grados, de enfermedades periodontales. La periodontitis más grave llega a afectar al 30 / 38 por ciento de los adultos de más de 35 años. Un importante desafío que tienen los profesionales todos los días es realizar una correcta prevención y reducir la frecuencia de aparición.
Diferencias entre la periodontitis y la gingivitis
Cuando hablamos de gingivitis nos estamos refiriendo a una inflamación superficial de la encía. Uno de los síntomas más importantes es el sangrado, que puede ser reversible si se realiza el tratamiento adecuado.
La periodontitis es una etapa más avanzada dentro de las enfermedades periodontales, la misma aparece cuando la gingivitis no se trata o está mal tratada. En estos casos estamos frente a una infección más profunda de las encías y de los otros tejidos que le brindan soporte a los dientes. La periodontitis es más frecuente en personas de mas edad, si el problema es tratado a tiempo podrá ser reversible.
Cómo detectar estas enfermedades
Es fácil detectar estas enfermedades con síntomas muy claros: como el sangrado, que se puede dar de manera instantánea o cuando se cepillan los dientes, encías enrojecidas, retracción de las encías, percepción del alargamiento de los dientes.
Es muy importante que cuando aparezcan los síntomas se acuda al dentista para la realización de una consulta, quien realizará el mejor diagnóstico y aconsejará un tratamiento para seguir.
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