diabetes

Está demostrado científicamente que la diabetes está relacionada con la caries y las enfermedades periodontales. Así que, si sufres esta patología, o algún miembro de la familia la padece, toma en cuenta cuidados especiales para tu boca.

Se sabe que la diabetes es una enfermedad crónica que afecta la capacidad para procesar el azúcar en el organismo, lo que genera exceso de azúcar o glucosa en la sangre, y que complica las resistencias a las infecciones y prolonga el tiempo de curación.

Siendo las enfermedades bucodentales infecciones, la diabetes puede complicarlas. Los pacientes son más propensos a desarrollar infecciones por hongos, como la candidiasis, donde los síntomas incluyen úlceras y dificultad para comer.

Para evitarla, el paciente debe mantener controlado su nivel de glucosa, con las indicaciones médicas ideales y tener una higiene extrema en el caso de usar implantes o dentaduras postizas.

La xerostomía es la resequedad en la boca, que puede estar producida por la diabetes. Lo ideal es masticar chicles libres de azúcar para generar más saliva en la boca.

Evitar la caries a toda costa es una tarea que se vuelve más exigente cuando se tiene diabetes. Se debe acudir un mínimo de seis meses a una revisión con un dentista para contrarrestar complicaciones futuras.

Al haber retraso en la cicatrización, una caries leve puede avanzar rápidamente sin poder hacer nada contra ella. Esto también afecta en la posibilidad de que haya que extraer la pieza dental, pues la sangre no coagula y la herida abierta está más susceptible a una infección.

Mantener una higiene bucodental es más que obligatorio. Tres veces al día, sin olvidar el hilo dental y el enjuague bucal mantendrán a raya a las bacterias que forman la placa bacteriana, previniendo la gingivitis, la más leve de las enfermedades periodontales.

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