Su dentista puede diagnosticar la candidiasis bucal, simplemente mediante la inspección visual de la boca, identificado las lesiones, pero en algunos casos sin embargo, se debe realizar una detección microscópica de muestras para confirmar la presencia de la infección por cándida.

En el caso de la candidiasis que se extiende hacia el esófago, el médico puede recomendar pruebas para su confirmación, solicitando por ejemplo un cultivo de garganta, en el cual se obtiene una muestra de tejido de la parte posterior de la garganta, para ser analizado y así determinar el tipo de hongos o bacterias responsables de la enfermedad.

Otros estudios que puede solicitar su médico son; una endoscopia para examinar el estómago y el esófago o la toma de una radiografía, para la cual se debe ingerir bario líquido.

La candidiasis oral generalmente no es un problema de salud grave, aunque puede repetirse con frecuencia, sin embargo en personas con enfermedades del tipo autoinmune la infección puede representar un problema grave, con síntomas agudos como una gran dificultad para comer y tragar.

La infección en ciertos casos se las arregla para extenderse a los intestinos, causando en tal caso problemas digestivos dificultando la correcta absorción de nutrientes, lo cual derivará en deficiencias nutricionales. Se debe tener muy en cuenta que en las personas con sistemas inmunológicos debilitados o deprimidos, la candidiasis puede diseminarse rápidamente por todo el cuerpo, llegando incluso hasta el hígado y los pulmones, como casos verdaderamente graves.

Para tener en cuenta: En lo que respecta al tratamiento de la candidiasis oral, se debe saber que dependerá en gran medida de la edad del paciente.

Imagen: Flickr

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